lunes, 28 de diciembre de 2009

aves del mañana


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albos pájaros en inmensidad
de la noche que sutura afanes
sobrevuelan esta morada hecha
con nubes de mineral espuma

sobre la tierra
que es yerma y ajena
no quedan ya testigos
para revelar la tenue
marcha de estos animales
en vías de perfección

aunque todo por debajo
vaya muriendo
ellos no renunciarán
a la formación alcanzada
por generaciones primigenias
ni creen en otro destino
que aquel hacia donde migran

pasarán bandadas aún
cuando nuevos reptiles
muten escamas por piel
y desarrollen extremidades
para dirigirse a la guerra

los albos pájaros de eternidad
no conocen ni quieren saber
de civilizaciones holocaustos
y repetición de la historia
nada de lo que ocurra
sobre llanuras tras el ala
cobra importancia para las aves
pálidas de novedades
que derivan sin distraerse
rumbo a invisibles galaxias.

lunes, 7 de diciembre de 2009

jugando a medianoche


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Ramiro la observa y cuesta creer que este remedo de mujer fuera, no hace siglos no hace tanto, quien le enseñara los primeros pasos de baile para ir a la fiesta que no te podés perder, y la que se emocionara al presentarle el deleite por la poesía. La puta enfermedad le ha invadido el cerebro a Lucía, aún tan bonita que obliga al recuerdo de aquellas fiestas navideñas en casa de los primos del campo, con la música más alegre corriéndole por las faldas todos contentos viéndola mover su cuerpo fibroso al ritmo de dos por cuatro ocho. Y sin embargo, en pocos años, todo en ella se ha convertido en pura negación de las nueve de la noche, cuando el rumor de insectos mentales le puebla las facciones de temor a ser atrapada en redes de sueño, o perseguida por invisibles roedores. Desde la boca a grito callado, le cae una espuma ocasionada por la adrenalina que la dispone a enfrentar amenazas sólo visibles por su delirio. Él busca los naipes de la paz, además arrima el aparejo que construyó a fuerza de soldaduras, ingenio, y paciencia. Y propone jugar un rato, con la intención de transmutarle los miedos en distracción, quitarla del torbellino autoprovocado. Acomoda toda la parafernalia sobre la mesa ratona, que marca frontera entre cordura y desvarío, mezcla y reparte, cuidando de que las cartas guarden un orden específico, y dándolas vueltas para ver qué esconden. A la vez, echa a andar el abalorio por el que una bolita de vidrio multicolor rueda, y en su desplazamiento acciona minúsculas balanzas y puentecitos, los que provocan efecto dominó de sensaciones y expectativa. Entonces Lucía toma los naipes adecuados, los coloca en determinado orden inaccesible, el cual constituirá ese salvoconducto hacia la realidad perdida. Y se aquieta, sin pestañear, respirando suave a lo gato que acecha mariposas, siguiendo el derrotero de la bolita. De pronto, ríe, aplaude, arroja las cartas al aire, pues todo concuerda en un instante de armonía, la esfera iridiscente arribó a su meta sin tropiezos ni accidentes de tránsito. Su mirada, que ayeres iluminan, peina todo el ámbito hasta dar con Ramiro, hijodemialma, dónde has estado. Y Ramiro ríe también, como si pudiera recuperar la tácita complicidad que los uniera siempre, siempremamá. Reír sí, pero con cautela, esta jodida puntada en el pecho no es chiste, el cuore está pidiendo cambio y no hay suplentes loco.
Recomienza el juego, ella enterada de nuevo, repetirá cada gesto y emoción, todo el proceso. Alborozada con el abandono de revelaciones a esta hora, mirá que sos loco pibe, ¿cómo te llamabas?. Ramiro, otra vez más, alegre calcula que como van las cosas para febrero o marzo consuerte, jugarían por última vez. Ahora, septiembre es redondo y suficiente.

Arlane


(imagen= cuadros.cool-arts.com

artista= Hermel Orozco)

jueves, 3 de diciembre de 2009

sueño con Altazor


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¿es este mi país mi tierra?
las pendientes que ando
¿son posesiones cautivas
de mi derecho?
¿o a medida que asciendo
no voy perteneciéndoles?

alto mural la cordillera
si la pretensión es marchar
al encuentro con la sombra
que dejé colgada en un almacén
de campo donde mujer y ginebra
fueran breve consuelo
y a mi paso
el polvo del olvido
borrara toda huella
Arlane

















martes, 1 de diciembre de 2009

la que vende rosas


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surfeando entre vehículos de intenso
tránsito y peatones que atardecen
llegó hasta mí aquella ninfa europea
de sonrisa sin pausa
con sus florcitas bienamadas
envueltas en algo tan cristalino
como ella

¿qué hacía allá en medio
de febril movimiento
con multitud a punto
de avalanchas?
intuyo estadías de suspensión
en El Bolsón y Marcos Sierras
creo haberla presentido
por esas tierras de mejor vida

venía sí
con su mundo a cuestas
pregonando insólita felicidad
modelo Janis y convidaba
sus rosas entre vecinos
uno por uno

lo bien que me vino su magia
para quitarme del atolladero
donde la mente pugnaba
hacia el abismo sin control
dio quizás sincrónicamente
ayuda al náufrago
en medio de la corriente

Y habitado por alegría
a como dé lugar
hurgué en el escaso bolsillo
donde las monedas para la vuelta
ofrendándoselas a cambio
de un capullo contra viento y marea

caminando se lo llevé
a mi señora de las luces
esa que guarda el bosque
al que sediento llego
después de convivir
con tanta orbe en progreso


Arlane

imagen: hojasdelunaria.blogspot.com

huyendo del alba



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Al amparo de la oscuridad,
escruto tu estampa.
Me reconforta esa lejana presencia
envuelta por sombras, donde las ansias
trazan descargas.

La noche es refugio y nos envuelve.
Percibo el aroma distante de tu piel cobriza,
mientras irradio mensajes
desde el incandascente límite orgánico.
Adivino tu pulso, tu espectativa.
Vibro en la misma sintonía,
porque el tren de los deseos que nos transporta
circula por un sólo carril.


Y puedo
captar el gesto seductor
cuando recogés tus cabellos,
y los pensamientos urgentes que te inquietan
y me agitan. Mudamente.

Lo maravilloso de conectarnos
es que no hacen falta palabras
ni recintos espléndidos,
para descifrar la clave de la necesidad
y el deseo,
basta con el magnetismo del aire cálido
que nos separa.

¡ Embriaguemos a luces intrusas
para que cesen su fulgor !

En la densa intimidad
nuestro ritual cobra vida.
Y así,
convertidos en cerrada bruma
nos amalgaremos hasta desaparecer.


Huyendo del alba



ARLANE


(imagen: Henry Cartier Breson)