tus ojos
presencié elevarse
buscando
qué
aunque
suave amorosamente
mis dedos
niños (casi los tuyos)
intentaron
aliviar la tensión
no hubo
modo
Y te
despediste de todo
mudo sin
tregua
mirando con
aquella firmeza
hacia quién
sabe cuál mundo
donde
las
palabras no llegan
ni las
últimas caricias