Talismán que a mis manos enaltece, objeto de culto fulgurando en los altares de este claustro fóbico. Brilla brilla en la retina del perfecto idiota el símbolo de protección, de salvación. Piedra, catedral, arrebol. Me hinco frente al aura que despides, ruego una vida libre de dudas y peligros, y talismano algún sentido patético.
Una idea errónea me tala el cerebro.
El mundo se reduce a tu suave talistención
que ejecuta el designio