antiguo legionario

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Abandono las penumbras de aquel refugio


que, esmerado, construí para la lucha

contra el artilugio terreno.



Voy a vencer la realidad que describen

en noticieros foráneos y páginas de internet.



Soy de los antiguos legionarios

que saludan la herencia dada a manos llenas.

Prefiero andar, descalzo de ausencias,

contemplando el furor de la marea,

pacer bajo alamedas, y alistarme

en favor de pueblos sometidos.



Hoy, investigo el azar presente

en distancias de rutas por resolver

a través del desierto pues no me amilana

la osadía del que arriega

hasta desafiar la muerte



con el rostro tatuado de utopías

y la mente invadida de poemas.

Arlane

imagen de José de Jesús Alfaro Siqueiros, tomada de ARTE LATINO CONTEMPORANEO
José de Jesús Alfaro Siqueiros mejor conocido como David Alfaro Siqueiros, (Ciudad de México; 29 de diciembre de 1896 – Cuernavaca; 6 de enero de 1974) fue un pintor y militar mexicano. Es considerado uno de los tres exponentes del muralismo mexicano junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco.



Tributaria de la estética expresionista y la retórica declamatoria que le exigía su radicalismo político, su pintura aunó la tradición popular mexicana con las preocupaciones del surrealismo y el expresionismo europeos.



Lugar: Mexico

otra iglesia es imposible: Di Giorgio

otra iglesia es imposible: Di Giorgio

águila de toro

-oh, Toro de mis ansias, ¿cuántas eras faltarán hasta dar contigo?-, suspira el Águila, reina de una especie que ya desapareció. Indaga la faz durante eónes, vuela por las madrugadas para no ser descubierta y tal vez capturada. Cruza mares de hielo, desiertos ondulantes, valles de lágrima.

La potente bestia de sus desvelos, ignorante de toda requisitoria aérea, yergue su figura de presa ante vanos cazadores, y avanza a la carrera entre multitudes dadas a la súplica; aplasta cabezas, manos, posibilidades de mejor vida. Y va rumiando: -cuerpo a cuerpo no podrán vencerme, ahora que si empiezan a joder con armas de fuego o jeringas con sueños...-. Mientras discurre con preocupación, no detiene su marcha, dejando atrás un reguero de lamentaciones.

Nada saben los animales que labran esta epopeya, de ángeles derribados que transmutan en hombres y hembras cuyo único plan es revertir las situaciones que se dan por naturaleza, y explorar terrenos devastados para hallar oro dentro del fango.

El emblemático cuadrúpedo carga su poder junto a la incertidumbre por el mundo que le toca padecer, mundo regido por siniestros reyes bípedos. Deriva sobre una tierra que ya no es suya, haciendo gala de su peso, afirmando las poderosas patas por campos sin límite, por estadios que piden sangre, por corrales de servicio.

Y ese águila impenitente vislumbra que jamás descenderá en aquellos lares. Su mente efímera descree de sitios donde caminar sea indispensable, y matar a otra especie no merezca castigo. Ella elige cielos de abundancia, cumbres bien altas, descampados sin crimen. Su destino es ineludible: flotará hasta la muerte, privada del portento que puebla sus sueños rapaces, su calva ilusión.

 

Arlane

meteorológico

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.Solitarias son las horas


en que multitudes pasan

desechando mi presencia

entonces pienso en malgastar

sin preferencias momentos de sexo

explícito sobre la aurora de una

vestal cabellera



Tantas veces

bajo el alero esperé temporales

que laven las excreciónes

del personaje infeliz y pordiosero

en que muto agobiado por murallas

ocluyentes de la mente febril

es cuando bebo vientos

hasta sentir mi masa incrementada

torno en cirro estupendo saciado de aires

también varío a formato témpano

mole fría estremecida por corrientes

de naufragio y sirenas metálicas



En fin

que me embriago de tormentas

y adversas condiciones climáticas

presintiendo que en verdad

soy otro planeta deambulando

por inmóviles galaxias



Apenas abro párpados

y ya soy presa de la flotante ansiedad

comofumodefeco sin conciencia

ni voluntad férrea



La oportunidad que ansío

puede llegar con el próximo

aguacero que me trasforme

en río hasta la barba

dándome aquella nueva futura

piel acuática y un certero mote de acuario.

Arlane

(imagen= fuente, fotos de Latin American Art - artista: Kristina York, de Costa Rica)

no pretendo jugar

aquella jugada oscura trocó


la maravilla del espíritu

en pálida desconfianza

y ahora

el alma pretende un resurgir

entre escombros de ilusión

desnuda por los albores

que borran puentes a lo lejos



en aquél momento crucial

llegaste escondiendo puñales

atrás de la sonrisa

demasiado tarde entendí

que los cargaría con el pecho

abierto a cuanto dispusieras

y hoy sangrante de ausencia



aunque después de cada traición

reencarno franco y diligente

la condena de tu mirada en vigor

pende sobre mi cruz me persigue

a través de sucesivas muertes



en este juego de círculo

me asumo como trazo repetido

y presiento que vos serás

para siempre el compás

de mi destino

 

Arlane

sucedaneo

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un mes de caricias hace


que tus manos dirigían

perentorias

momentos hechos aguja

en el cuadrante calendario



creo que llegué a tu espalda

trepando minutos en bloque

como holograma

sobre la vereda de mil años



yo te frecuento desde los tactos

que solíamos defender

por plazas y carreteras

mientras el ansia de crecer

nos sumaba



pero los abrazos vacíos

indican que erramos

la secuencia

porque encuentro que

tercian caminatas

contemplaciones de arrobo

sin que regresen los días besarnos

ni aquellas ave-segundos remitan

con trinos de amarse hasta el fin



¿cuántas soledades faltarán

para coincidir ambos

en algún cerro atemporal

que a horarios no convoque?

ARLANE

sobre escribir a mano (a raíz de un texto de Laura Beilin)

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…talvez, llegue a la dispersión a causa de un tenue hipnotismo que me acontece cuando atiendo el rasguido, minúsculo insecto cursor, que semeja el siseo del porvenir. Continúo escribiendo automático; sordo al estallar foráneo, silenciosamente agradecido por el don de la respiración involuntaria; con tal de no romper el hechizo, magia frágil instantánea, de este momento fulgor entre todos los minutos.


Hay ocasiones en que me figuro bardo de los tiempos del Quijote. Sentado frente al rotundo escrito de aire barroco, alumbrándome con la trémula luz del candil, dispuesto a cubrir esta hoja artesanal con mi creatividad. Mojo la pluma en el tintero de mármol y labro epopeyas, odas, cantares, que los antropólogos futuros valorarán como exquisitos testimonios. Y algún romántico juglar atómico se atreverá a interpretar en su laúd de energía renovable.

 

Arlane