viernes, 31 de marzo de 2017

como el alba

alguien llega como el alba
agitando pañuelos
sujeta mis sienes
y murmura alguna orden
de la que me considero exento
ese alguien turba mi descanso
dice que es hora
del tránsito hacia la nada
consciente a medias
lavo mi cara
ingiero algo por costumbre
y me dedico a continuar agonizando
entre la gente

Astralidad


.
A pesar de haber despertado hacía rato, persistía en su conciencia la peregrina convicción de poder volar. En puntas de pie sobre la cornisa, tomó impulso, se arrojó... y fue cobrando altura sin mirar atrás, donde su cuerpo, ya ajeno, se perdía en el vacío



imagen= christian schloe

miércoles, 29 de marzo de 2017

Cerros II

pienso en cerros
bajo la lluvia
es sencillo ganar altura

pienso en bosques
hojas de la mente
temblando bajo el peso
de pensar

Tengo las nubes
en la cima
de mi razón
Lejos la gente
que no llega a rozarme
porque ahora pienso
en cerros
lugares
que están
estuvieron
estarán
hasta que nazca otra vez
con sed de caminos
y rocas




lunes, 6 de marzo de 2017

premio en el concurso "Mi historia cotidiana", organizado por la Municipalidad de Lomas de Zamora


( imagen= Graciela Vecchiato )

Amanece en el suburbio. Niebla en hilachas surge desde las bocas de tormenta, como si la profundidad exhalara un suspiro. El aire gélido corta los rostros, pasos amortiguan ecos sobre el asfalto que brilla sórdido por humedad y temor a emboscadas. De a poco van iluminándose las ventanas del barrio, detrás se atarean señoras todo terreno, con agua pal mate alguna tostada con pan de ayer, para el padre de familia sostén del hogar, su peón querido que marchará, igual que cada día, hacia el laburo mal pago. Mamelucos, uniformes, ropa de trabajo para aguantar sudores y bajos ingresos, como una segunda piel curtida de voluntad, atuendos que pueblan las calles sin patrón ni vigilancia cuando aún el astro rey se demora en otras latitudes que seguro pagan mejor por los servicios. Muchedumbres desplazan su volumen abriendo penumbras. Pocos se saludan o creen reconocerse, las sombras más alguna que otra mala experiencia le aprietan los puños del alma, les clavan los ojos al suelo salpicado de escombros y perros durmiendo. Amanece pero nadie aquí lo piensa, con las tripas crujiendo a quién mierda le importa si sale o no el sol para alumbrar este páramo donde a ver quién se la banca.