lunes, 25 de julio de 2011

donde vive mi nervio

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donde vive mi nervio


de sus esferadas pasiones

acaece un tris de distancia

entre lo bueno y todo lo demás

Donde está mi nervadura

como flor en intemperie

seca a la espera de quien llueva

sin anunciarse

pero que llueva pronto para no

quedar en posición incómoda

y por qué no absurda

bajo ese sol que ya a casi nadie abrasa

¿Será esta mi dudosa índole?

A qué el ruego si ya no hay reclinatorios

donde orar por los huesos

ni cruces en suspenso que ofrezcan

un atajo plausible

Allí

donde escuece mi aliento

caído en gracia y a tiempo para

otra oportunidad

quizás exista alguien semejante

que ejecute lo que hoy

no me fuera posible concebir

o siquiera imaginarme capaz

de surtir algún efecto

 
Arlan

domingo, 17 de julio de 2011

vegetarnos

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Despojados de temor o prejuicios, Selena y yo nos internamos en un bosque abierto a las expectativas.
Desde la cabaña que alquilamos a Quique, contemplábamos cada mañana la belleza y el enigma de aquellas arboledas, alcanzando a percibir cierto encanto que flotaba brumariamente, desdibujando raíces y pastos, dejándonos una sensación de huertos elevados en son de paz. Y también nos maravillaba el bullir lejano de quién sabe cuáles especimenes . Casi sin planearlo nos internamos, mano con mano y ojo atento a lo que surgiera, en aquella comarca donde reina el verde sobre cualquier otro.


A medida que avanzábamos, el hormigueo de costumbre iba perdiendo intensidad, hasta convertirse en evocación sin parecidos, reemplazado por un discurrir más lento que se nos hizo fácil de llevar. Nuestras manos aferradas fueron ganando frescura. En un momento, al voltear hacia mi compañera, comprendí que ella había ingresado en la frecuencia mental propia de traslucimiento, pues sentía el pulso de su palma, pero apenas lograba distinguirla, reverdecida, mimetizándose con la foresta. Sólo sus intensos ojos azules indicaban dónde acontecía. Yo también fui presa de simbiosis, así de potente es la energía que despliega ese monte aunque uno se resista. Al observarme, descubrí que me estaba arbolando. No experimenté cambios físicos o mentales serios, pero debí detener la marcha para que las ávidas raíces, surgidas entre las costuras de mi calzado, se nutrieran con el fermento, presente en la hojarasca que alfombraba el rumbo. En la copa, arriba de las orejas, creo haber detectado cotorras con intención de anidar.


Así estuvimos por horas, tal vez días, disfrutando la fusión con los elementos del reino botánico, no nos apremiaban el hambre ni el afán por consumir más de la cuenta, hasta hicimos buenos amigos. Imaginábamos haber logrado independencia del humano deber para con el Estado y dioses afines al sistema. Involucrados con el entorno, comprendimos la armónica relación posible entre especies terrenales: yo me nutro de la tierra y otros vendrán a mis frondas por alimento y cobijo.


Salvas de sol rompieron aquel hechizo. Una identidad atávica como los sueños vino a despabilarnos, y buscamos la salida entre senderos poblados de flores y aves que nos saludaban de memoria. Semiconscientes y casi desnudos, nos rendimos al peso de nuestra condición natal.






Allí, bajo el alero de chapa, nos esperaba el gran Quique, con el mate listo y sonrisa cómplice, más algunas mantas de consuelo. Aunque llegamos abismados de silencio, él nos suavizó la vuelta a las luces, desplegando buen humor y comprensión, para que recuperáramos el habla y la conciencia de pertenecer a una especie que se presume impar, aunque nadie allí se lo creyera.






Pero, mi compañera y yo advertimos una brecha insalvable que nos diferencia de aquellos que partieron, tomados de la mano, desde la cabaña de piedra hacia el ámbito de lo silvestre.



Arlan

imagen= Daniel Mora

jueves, 14 de julio de 2011

Adoratriz

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postré el cuerpo, que para entonces sentía casi ajeno, frente a la virgen que manifiesta llanto a mares, cuya cabeza coronan haces bíblicocabalísticos. – Oh Señora de sollozos !!, dame una señal un salvoconducto para salir de esta encrucijada –. Pareció que rondaban mensajes sin sonido provenientes de la testa medusiánica, y una paz como nunca me invadió palmo a palmo.


¿Porqué estoy aquí tan lejos y falta de consejo?. Ocurre que madre, allá en los confines del mundo, me encomendó muy encarecidamente que llegara como fuera hasta tierra sevillana, para orarle a su Patrona, tan devota la pobre vieja y no tiene dónde caerse. Sino, ahora mismo yo andaría, plácida sin apuro ni condena, por las rutas de la monarquía, trepada a cualquier camión subí que te llevo, y muerta de risa, capaz. Pero, quévamoacer, porteña al fin, afligida de hambre y pensión, acá estoy frente a la imagen en cuerpo y alma, tantas veces repetida en las estampitas de casa al trabajo. Solicitando favores celestiales en un idioma que apenas domino, sin saber a ciencia cierta cómo volverme pal pago.

¡Ah! una lágrima auténtica de virgen compungida ante semejante tristeza, vino a caérseme sobre las faldas recogidas en oración. Capto, tal una creyente sin medida, el santo mensaje: para regresar donde pertenezco, deberé vender este cuerpo que Dios me dio, al mejor postor que se presente, luego hacer de uñas corazón, comprar el boleto para pasear, y aislarme en contemplación sin descanso hasta que amanezca virgen como si tal cosa.

¡Gracias Señora del Llanto Eterno!

Ya me veo en la patria que tira como junta de bueyes, la frente marchita coronada por lágrimas en vilo, y la vieja con el mate y un rosario entre los dedos que si hablaran. ¡Madre del Dolor guárdame de tanto sacrificio por no saber!. ¡Señora de los choclos y el azafrán, excúsame de continuar dando de bruces contra molinos incólumes prontos a hacer de mí su más preciado botín!.

Amén y a dormir que en cualquier momento amanece y la vida loca es una, hay que sacarle provecho.



Arlan

imagen= Zavet Monroy

sábado, 9 de julio de 2011

cuando huyo

Quisiera desplegar mis sentidos

ante la noche. Anular

las paredes que pliegan sobre

esta repetida cabeza.

Quisiera yacer

en algún lugar donde

la música more

evitando el constante clap-clap

del pensamiento

y la costumbre.

Ante el avance

de toda figuración

el refugio consiste en los sueños

allí hay verdades

de las que mi memoria carece.

Desmadra tanta ezquizovoracidad.

Impulsa a rastrear

unas aguas diferentes

para sumergir el desconcierto.

Acuatizar

sobre cauces tiernos, reparadores,

que suavicen la marcha

por este laberinto.

Abro el vuelo, piso una cornisa en puntas de pie.

arrojo mi ego antiguo al abismo

y emigro junto a saurios que no ceden

a pesar del progreso

Perdiéndome en el destierro exclusivo

de héroes anarcolizados

y proscritos a todo recuerdo







Arlan

martes, 5 de julio de 2011

técnica para la observación de vela

El practicante debe saber que, para este ejercicio, no hacen falta demasiados elementos: una vela común, o de pluma al viento si es su gusto, ambiente tranquilo, separación de todo cuanto nos aflige y del atroz devenir. Lo fundamental será la actitud mental, es preciso lograr la visualización de sí en situaciones oníricotransitivas, dejando de lado preocupaciones que a nada conducen y pasiones de la carne, que es débil sesabe


Ante el objeto de nuestro interés, se debe fijar la mirada de lince en trance, tratando de reducir el pestaneo a su mínima expresión. Un punto importante del proceso es que la vela se encuentre encendida al comenzar esta práctica, hemos comprobado que mirar largamente una apagada sólo produce deseos de orinar y pérdida de memoria a corto plazo. Luego, se descubre que la pequeña llama parece jugar suspendida, en silenciosa danza, tal ninfa del bosque que ha llegado por quién sabe cuáles medios de información.

Si los ojos acusan cansancio, y las lágrimas comienzan a fluir, no deje que la angustia invada sus cuencos, sólo preparese para un llanto de aquellos. Es usual que el principiante encuentre este tipo de inconveniente físico que no responde a un súbito ataque de tangos al margen de la ley o memoria de un futuro inalcanzable. Debe cerrarlos por un momento, y a través de su visión primigenia reconstruir la imagen a toda luz, quizás crística porquéno Tenga en cuenta que la memoria fotográfica puede no ser fiel a lo captado visualmente si no cambió las pilas cada veinte años, pues, lo que debería representarse como frágil llama, se transmuta en un circo de alta estirpe, en calesa a la vuelta del saludo, en quiénsabequé movimiento al vacío. Verá sucederse celestes radiantes, manchas tormentosas, salpicaduras de dinosaurios, un rostro amado cuando la peste, dos vidas plausibles aunque sólo un cuerpo de dolor. Ud concentresé ¡carajo!, será de dios... Buéh, si ya siente flotar su piel mortal por cielos del mañana, o si se le representa la abuela con chocolate después del cole, es que llegado al punto de fusión Ud ha. Bienvenido y felicitación grosso modo!!. Ni bien retorne del sueño entre pitos y flautas, vaya y cuéntele a cuanto peatón vea los beneficios subliminales del sueño astral montado en una vela más chica que su índice. Químporta si se ríen, no saben lo que se pierden, imbéciles



Arlan

domingo, 3 de julio de 2011

homenaje a A. Monterroso

el que se acuesta con un dinosaurio, despierta en un famoso cuento

nueva capacidad

Existe un sentido extra, no catalogado dentro del ámbito humano. Lo he percibido en raras ocasiones, generalmente luego de leer o escribir durante varias horas seguidas, también como resultado de largas caminatas. Es la sensación de pertenencia a la totalidad, al universo.


Al principio creí que se trataba del mareo producido por miopía, o la secuela de no fumar durante la noche. Pero no. Esta cualidad se presenta llegado un punto tal de abstracción, que no registramos música ni voces de último momento, no escuchamos los llamados a la puerta, ni los requerimientos de nuestros familiares. Hasta se pierde el hábito de consumir porque sí


Según deduzco, este raro sentido, o capacidad poco explorada, reduce al mínimo el grado de percepción habitual, a cargo de oídos, lengua, vista o piel. Entonces, el sujeto en cuestión funciona a un nivel de conciencia diferente a lo acostumbrado, otra disposición se hace cargo.


Pero, una vez asimilada la novedad, cobramos la certeza de ser más que la identidad conocida, y vislumbramos la aptitud de trascender el presente bidimensional y harto repetido. Acontece una falta total de conflicto, ansiedad, especulación. Cada cosa y suceso encajan perfectamente en el orden recién descubierto.


Comprendo que un erróneo manejo de esta cualidad puede llevar a conductas extremas, y el sujeto podrá convertirse en fanático de las artes ocultas, irremediable distraído, o renegado sin consuelo. Aunque, bien utilizada, será de maravilloso servicio y podrá revivir el espíritu hippie de los ´60, complementando a la conciencia ecologista actual. Más aún, quizás a través de ese don logremos comunicarnos con los hermanos del espacio exterior, utilizando un técnica inexplorada y prácticamente gratuita. O, lleguemos a la comprensión de que formamos parte de un organismo planetario en el que cada cual tiene una función a descubrir en beneficio de quienes vendrán; dando así un noble sentido a nuestra breve y caótica estadía.


Pero, en sí lo importante es que accederemos a la soñada afinidad cósmica, donde reside el conocimiento tan buscado, y reconoceremos en el otro a un hermano del camino. Significando con “el otro” a humanos, animales, vegetales y minerales. Al fin, la nave tierra que nos alberga, será alabada como ente vivo, en el cual residimos por algunos años, y al que debemos respetar en beneficio de la posteridad.

Arlan