domingo, 30 de octubre de 2011

ingravidez





quiero fluir



como el aire tenue de Julio


por la redonda boca de una


piedra que gira... gira


despeinar las olas


soplando


como las brisas de Enero


semejando al mismo viento


ser ingrávido


sin prudencia


invisible fantasma


vagando entre nubes


borlando el rostro de mujeres


que espléndidas aguardan


la caricia del tiempo






quiero soñar


cuando los demás despierten


alertados de gorjeos y malas nuevas


no tener una idea cabal


sobre el devenir


y notar


desde lejos


apenas oyendo


la rutina con que se entablan


asuntos de emergencia


cosas de cada día






seré un manantial volátil


aquella ráfaga de improviso


que inquieta las mejillas






huracán de espumas


figuración de la nada






y al fin


librar el alma


al juego de ser


sin disputa


con el pleno albedrío


de revocar la ansiedad


por consumir o pagar


para saberme vivo


Arlan

domingo, 23 de octubre de 2011

flamante crepúsculo

.
.
Tu telúrico canto me asaltó



sobre aquel barranco.


Miraba, ausentemente, la crispación de la marea.


Masa oceánica suspendiéndome


del fragor mundano


y su maquinaria a toda prisa.


Se mecían gaviotas azules


peces de alas en ristre planeaban


desde oleajes tan libres que daba miedo


Y mis pensamientos eran


hogueras flameando en la oscuridad.


Entonces, tu voz...


Descalzándome los caminos,


invistiéndome de una tonalidad


símil bosque, hierba en palpitación


Aunque la escasa razón dictaba


que tu alejamiento, tu remota vida,


entrañaban razones de atendible peso,


sólo sé que te escuchaba


nombrándome en la canción de vientos


que asolaba médanos y arena.


Conduciéndome hacia ocultos astros


en que reconocernos no significara peligro.


Encanto místico


que incrementó mi frecuencia


para convertirme en nuevo sonido de la bahía.


No hubo ya

gaviotas ni acantilado

desvanecido el mar con sus peces al vuelo.


El cántico espacial


transportaba mis genes


hacia puertos donde desembarcar


para renovarnos juramentos antiguos


ante un crepúsculo equivalente


a mis dudas y a tu exilio.

 
ARLAN

martes, 11 de octubre de 2011

Albur de contramano

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Una noche en Pergamino se abatía otoño con evidente tendencia a invernar donde cupiere. Yo roncaba de contento cuando se produjo el estallido entre gallos y medianoche, fue un desmoronar de cuanto aprendizaje fuérame otorgado, también de lo que se codicia sin admitir error u omisión, o sea aquello inducido desde la más tierna infancia por propaganda o vecinos de fortuna vaya saber. En esa encrucijada, vino a mí el recuerdo de piquetes bloqueando avenidas, las huellas abiertas aún de atardeceres fúnebres en 2001, y una ancianidad recurrente como de primera comunión cada domingo por todos los santos!. En un flash me vi póstumo al compás de tangos en vías de extinción, símil lobo de mardelplata o panda que juega con asiáticos huérfanos. Poco a poco fui tornando en recuerdo de mí mismo, de tanto memorar lo presenciado entre ahora y atrás. Así que armé la vianda, y me mandé para los osarios, cuadrándome ante lápidas que sin embargo guardaron respetuoso silencio. Allí, obnubilado por olor a claveles y pellejos sin garbo, de golpe en la frente reflexioné: “cuánto pasado llevo en andas, y a pesar de esa distancia insalvable que marca el calendario, me dan escalofríos contemplando estos yacientes en orden geométrico, pues al galope siento zumbar una vejez de polilla, convirtiendo gestos, roles, y fragancias, en ocres hojas que se secan aunque lluvias aneguen el camposanto y la ruta de los sueños. ¿Cómo será reencontrarse con antepasados por agua y tierra?”. Me supe antiguo hasta las heces, convertido en legendario adiós me voy de gira por el limbo. Circundado de mortalidad y crepúsculo, entendí que hay el fin de un tiempo para cada individuo, que no es posible perdurar más allá de vanos testimonios sobre la huída entre claroscuros de una historia que no está completa. Tal vez, los objetos que se abandonan en ese viaje desequipado sobrevivan cargados de leyenda sobre tardes de trabajo, empañadas a causa del tubo flúordecadente, y sobre almacenes de barrio y fin de fiesta. Queda siempre la auto justificación de reencontrar a ciertos ancestros como viejas deudas de juego. La posibilidad de un paño sepia donde dirimir lo dejado pendiente durante alguna de las tantas noches porteñas de mi flor. Pero, nada alivia la certeza de que toda dicha contiene desde el inicio su innegable vencimiento. Conclusión: como es afuera es adentro y viceversa.





ARLAN

domingo, 9 de octubre de 2011

Un surgir de pronto

.
.
algo surge de mí



un hálito de vida


imaginación y qué otra cosa


Es decir


algún tipo de objeto


al que necesariamente


debo conferir forma reconocible


quizás de animal para vuelo


o de estrella zodiacal

Desde mi centro fluye


cierta imagen que remite


a multitud de cuestiones


pero qué difícil encontrar


cualquier analogía


sólo entiendo que no es


de mi competencia porque


soy vehículo nada más






Carece de peso y volumen


no reviste importancia para


prensa o gobierno


Sin embargo


abriga verdades a develar


asuntos dignos de ser escuchados


nuevas maneras a seguir por tantos


Algo huye con mi venia


a juntarse con tanta cosa


inexplicable aunque necesaria


que puebla el universo


y como él, se expande


sin límite ni deseos

sábado, 8 de octubre de 2011

he venido en otro cuerpo

he venido en otro cuerpo, hay espejos que lo confirman. Y bien, qué debo hacer?, pues ni conozco el domicilio de este hombre que ahora encarno, mucho menos sus derechos y obligaciones. Tanto que decidir... y yo con este apuro por llegar adónde. Quien despierte mañana en la cama que fuera mía,  sabrá a qué atenerse?

viernes, 7 de octubre de 2011

desguarnecer







vulnerable
no impuesto de noticias
he salido
a estrenar un sol
que sin embargo brilla
Porto la sonrisa de aquellos marginales
conscientes de estar exentos
en el juego-competencia de rigor.
Oye hermano: ¡buen día!.
También a la amorosa niña: ¡buen día!.
Díabuendíadíabuen.
Nada reclamo, la vida me conforma.
Y cuando los miro cuando
mi vista atraviesa las humeantes masas,
percibo la pureza
detrás de su armadura para dar batalla
cascarón que cede ante el roce
de mis yemas en duelo
¿No ven, amados, la semejanza
entre nuestros espíritus por miles?.

ilusiones de sabiduría y 

paz nutren el imaginario con

 un mundo pleno

en fiestas de postrimerías.

Ya lo dije, no es para lamentos,
he salido
despojado de apariencias
desguarnecido y contento con la suerte.
No hay razón para que me aíslen
o reprueben
pues soy  fiel reflejo
de aspiraciones enterradas
bajo el fragor en vilo
de la diaria subasta
en que fueramos sumidos





Arlane

imagen= MAX SAUCO