lunes, 14 de enero de 2019

ayer



hierbas suaves esplenden su rango
hacia mi cautiverio
remotos prados de alteridad
distánciase

un sudario desmañado
entre los pliegues del velar
gira y esa urdimbre
que vuelve para objetarne
por conductas del hoy
que entonces fuera destino


retornan personajes
ayer faro
cuando la novedad era despertar
en el mismo sitio
y con igual aspecto

oh criaturas
que en noches de cavilación
tornaron sus cenizas
hacia el cubil de mis apetitos
que otros decidieron sacrificar
al olvido
¿porqué aún resuenan
en mi estancia?


orada el fuego creador
los días sin ocurrencia
suspendidos juicio y habla
al estancarme en el recuento

tengo un mundo falaz

quizás la hora llegue
en que deba evitar su artificio
mientras tanto
deambulo por oscuras praderas
y no concibo pantallas
que delaten mi travesía
al borde de la cordura

quédeme sólo un manto
de estelas en suspenso
para cubrir las espaldas
conque soportaré dolor
y remembranzas



serranías

Añoro el silencio de los cerros
y sus faldas en flor .
Esa conjunción de bosques,
misteriosos trinos,
ruidos apenas
Y piedras que bailan por los arroyos.

La quietud que asombra mi espíritu

Descansan  las manos
de su hastío