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Despojándome de pautas culturales,
que, al fin, siempre esconden
lucrativos beneficios, pretendo
conquistar el derecho a ser auténtico.
Hasta el idioma,
decreto de invasores,
resulta esclavizante.
Las palabras coartan idiosincrasia,
pues no llegan a expresar la inquieta
efervescencia interior, semejante
a una caldera en el máximo de presión
faltan úes y erres que escupan rabia
a la cara de los solemnes
Otras anclas uniformantes nos dominan:
la vestimenta, que hoy es un disfraz,
cuando debiera significar
la traducción de características
enriquecedoras de la diversidad,
símbolo de creencias.
La moda idiotizante no merece espacio.
El atuendo que nos cubra será bandera
y desafío flameante, por las sucias calles
de orbes en proceso de extinción.
El corte de pelo, el largo de mi barba,
si cuelgo aros de la oreja o de los huevos,
¿a quién mierda le importa?.
No me involucro en discusiones políticas,
¿para qué?, el tiempo es limitado y mejor sería
gastarlo en algo de provecho.
Ya hemos comprobado que los elegidos
para interpretar roles en esta comedia,
son falsos, están ocupados en la rapiña
de fondos públicos, antes que el mandato concluya.
Curas , milicos, abogados y jueces, funcionarios
atornillados a su despacho. Todos tienen precio.
Esa resaca se mancomuna para sostener
la gran farsa, el circo mediático,
que nos aprisiona y condena.
Busco, lejos, la libertad. En los montes,
en el mar. Allí donde el animal me enseñe
cómo se respeta la naturaleza.
Beber de manantiales, alimentarse
del pan que en comunidad logremos.
Imaginar más, para crear el mundo cierto,
en el que residir sin dar explicaciones
ni presentar disculpas ante autoridades
ineptas y corruptas, señores de corbata
y sexo en cuotas, matronas alhajadas
cubriendo sus arrugas con pintura de contrabando.
Imbéciles, bañándose en cubos de excremento
para rejuvenecer. Y encima pagando fortunas
por el tratamiento.
Nadie es dueño ni propiedad de otro,
no me jodan
no me vendan
no me compren.
De esta vida, efímero tránsito,
yo me hago cargo.
No necesito representantes
que sólo me dan disgustos
y se aprovechan de nuestro trabajo
Son payasos y ladrones que traicionan
las esperanzas del pueblo.
Arlan