de uso

Uso un símbolo para comunicarme tan extraño voy no sé dónde o para cuándo pero siento los pies llevarme. Siento frío y luego contento. Uso plexo descartable como las certezas, para atravesar membranas, muros de la mente. Me libero del hábito para habitarme con todas las de la ley seca. Utopío.
Un lenguaje arcaico uso en estas horas de caerse lívido o iluminado.
Seré un astro resultante de Big Bang?, un zoroastro?.
Curto un pellejo apócrifo para no levantar sospechas y huyo entre los muelles que me sirvieran de refugio.
En un plus sobrecargo el volumen y despacho el resto

semi automática

El obstinado convento se empeña en burlar a transeúntes
llegados desde países que giran según los índices de empleo.
Sus murallones, atorados de plegarias a la luna, no hacen
más que dar a luz sacrificios sin solución de continuidad.
Pero ese señor policía, ese tótem, embretado en uniforme
de talle menor, ha de intervenir como demanda su rango,
para qué la autoridad sino. ¡ Espose agente del orden
a frailes y monjas culpables de tamaño desatino, haga valer
su autonomía cuasi virginal, supra humana !.
Bien, en vista del escenario impuesto ahora me sumo
con mejor actitud a la masa ciega de amaneceres que puebla
las calles de esta ficción llamada ciudad.
No soy nadie

Azar

fui a caer sobre hojarasca cuando

aguaba cristales la extranjería

venida de mundos aún sin corromper

fui también a beber

del manantial que fluye

entre planetas


Oh las aves las flores

que acontecieron en rededor

al tiempo que vos dormías

como cría abandonada

durante tránsito de bosques

por el azar de laureles

envuelta

diapasones

se dejan oír
tiernos olores como
un violeta que abre
o montañas en brote
Se caen
los sabores pero
lengua no hay tacto para
componer algún puente acorde
que logre mirada.

Y cada sentido florece en caos
cuando mi diapasón alienta