Arribo
aquí la música cristalina modela
una arcilla de ilusión, sin pretender
más de lo que abarquen las manos
Allá el sol benigno pace en la tez
de un dios sin fieles
No hay estorbo,
techos, murallas, rejas, desaparecen
a mis hombros trepan alas
¿dónde he concluido
el desvanecimiento?