martes, 30 de agosto de 2011

soplo de repente

Un viento insular vino a mí, tan sorpresivamente. Cercó cuanto diera en acometer, como lujuria de algún estilo y en campaña, incluso. Dije "¡no mires!", hacia el ojo todo precaución. Pero nada. Aún vislumbranse lentas humaredas sobre el horizonte, desde un lugar al que no visité en pleno dominio. Señora del costado mío incurrió en reprimenda, suavemente apenas, llamando a reflexionar acerca de semejante condición. Sólo para que comprenda. “Y menos mal”, canto en postración ante su confianza, ¿de qué otra forma, sino?, ella gobierna por tácito acuerdo, pues yo, cuando opero en sincronía, debo ocuparme de subir por escaleras, agachar el físico de marras con el sólo objeto de quitar yuyos en infracción, y cosas por el estilo. Aunque, mayormente, el dominio de sí no representa una de mis cualidades entre muchas, por lo que buena parte del tiempo mi único quehacer consiste en hilar letras sobre el tapiz de las noches, ¿ y quién prepara la cena?

Arlann

domingo, 28 de agosto de 2011

¡cuánta...!


¿qué mueve los mundos?



¿y a los átomos?


tal vez somos eso:


átomos contenidos en cuál


cuerpo excesivo


fuera de toda medida


que podamos concebir


Y es dable esperar que tal ente


no ande sólo por los siglos en


rutas del universo tendidas


¡Cuánta posibilidad!





Cuando llegue el fin


no será catástrofe sino


que vendrá anunciándose con


fenómenos raros:


arco iris de pronto en medio


de fiestas a celebrar


o mares que olean gel y nicotina


Inmediatamente después


todo completamente todo


lo conocido o supuesto


se dará vuelta campana


cual bote


a la vera de tifones escandalosos


sin un lugar para decir mañana.


Arlann

imagen= Juan Carlos Gentile

sábado, 27 de agosto de 2011

desde las cúpulas








Creo oír tu voz llamando //////////////////////////////////distante


desde cúpulas desiertas


que hienden los cielos


tu voz reclama mi presencia y el abrigo


con que te cubría del viento otoñal


en los desvaríos de la inconsciencia


hallo el rostro y la tibia piel


de tu evocación entre sábanas


prontas a humedecer






sueños(( ansías(( nostalgia

de un destino que no fue


entonces ¿porqué hoy


retornás agitándome el reposo


clamando desde auroras fuera de horario


por mi compañía y consuelo?


abandonás así el destierro prometido


mientras que yo continúo


inmerso en largos devaneos


provocados por romances sin futuro


y el recuerdo de tu forma en el vacío




Albin
imagen= Tomek Setowski




jueves, 25 de agosto de 2011

pájaro en ciernes




evolucionaba el pájaro en picada hacia este páramo sin prestigio, procedente de soles demasiado fuertes para la estación. Era rojo rojo, como palmas de estío aplaudiendo a rabiar. Piando en trance, demandaba quizás un sitio donde dormir a pie firme y reposar esa vista de águila guerrera, ojos de rapiña en alturas donde faltan osamentas para ir picando. Observé que oteaba la superficie en flor, con cierta desconfianza por aquellos diminutos seres bípedos, prontos a cualquier barbarie. Creo que huía, pues detrás, mordiéndole el ala, evolucionaban nubarrones llenos de presagios en verde curso. Se anuncian tormentas de regular potencia y calamidad, dijo el locutor desde una piedra, advirtiendo que esta podría ser la última inclemencia antes del diluvio crucial que nadie profetizara. Dejé la mente vagar por aquellas formaciones de ataque, entonces advertí que traían escamas de tierras distantes donde pacer, ajenas al entendimiento y geografía de la época. Lanzando tentáculos de vapor negro, lloviendo a cántaros; también como el ave milenaria, buscando de qué ocuparse, de lo que falta, prana sideral que flota a gusto y piaccere. Volvamos al pájaro de súbito, que a muchos habrá parecido un objeto no identificado en misión de reconocimiento, pero yo no me dejo engañar tan fácilmente, aunque lo etéreo de sus formas llame a confusión. Descendida ya ante mi, dióse en preguntar: –hombre, tú que caminas sin más por estas tierras de las que ignoro señas particulares, ¿qué recomiendas para el descanso del que hace décadas me privo?–. Rescatándome del estupor propio a semejante contexto, di respuesta: –bueno, me encuentra en mal momento, pero si me apura le digo que allá donde apunta mi barba pueden verse bosques más que regalones; son como mares quietos pero al mirarlos con cuidado comprobará que contienen oleadas amarillas, de las que fosforan el ojo sino pestañea, también dará con tintes raros de encontrar, púrpuras de vergüenza o calor da lo mismo. Creo, por experiencia, que ese es un buen sitio para echarse una siesta sin final anunciado–. Así fue que el mitológico ser arrancó para allá, con la dificultad característica de quien no ha dormido en años, y que, habituado al planeo, debe por fuerza hechar a andar. Iba tomando impulso y violetas al paso como quien no quiere la cosa, y uvas carmesí con tanto jugo para amamantar. En una sola pieza aún, pude advertir de reojo por si las moscas, su destreza para emplumar en tono azabache supremo la longitud de baldíos al poniente, y luego ir pergeñando un nido con madreselvas y retazos de lo que vendrá; ¡qué paciencia de telares, qué refugio para una vejez ciruela!. Ahí ciertamente se producirá un alto en el periplo que lo ocupa desde pichón. No sé porqué me puse radiante, mientras regresaba con paso lento pero seguro, rumbo a los aposentos de la orden de los descalzos en vilo, para caer de hinojos por el mutis del cielo ante tamaño quehacer.



Arlane
imagen= Felix Pinchi Aguirre

domingo, 21 de agosto de 2011

arrullada en Agosto


acuna la muerte a una niña inocente

que duerme en brazos ya sin

piel. En este mundo es ley

que al parir demos luz y también

lo contrario, a fin de tener presente,

durante el viaje a tientas, que los

ojos soberbian modestas

espesuras de antaño

Es condición necesaria.

Escasos tiempo y espacio donde suceder.



Sueña dulce que estás rodeada por una

auténtica parca. Tu corazón bombea

algunos instantes dentro del palpitar

que nutre mundos internos

luego remitirá hacia reinos de limbofiestas

de donde provenimos todos los aquí

presentes. Siempre

la pálida compañera impone el destino

y bajo tierra seguiremos esta charla

para quedar contentos



Arlan

imagen= "lágrimas y arañas", de Edna Romero

miércoles, 17 de agosto de 2011

minuto final

cuando el cuerpo físico expira, la conciencia retoma sus verdaderas funciones a pleno, accede a toda posible dimensión, guarda memorias del tiempo en que los mundos no eran y el cosmos se disponía a estallar de repente; también reencuentra sus almas afines, aunque no sepa cómo decir alegría. Desaparecen hambres, intranquilidades, carencias, y hasta las cuentas pendientes. No existe el ayer ni el mañana, todo transcurre como de lejos en un continuo hoy sin tregua. Incorpóreos, en realidad somos otra cosa que, desde aquí aún, resulta difícil explicar. Pero mediante un esfuerzo desusado, la memoria cede y puede vislumbrarse aquel sendero por donde anduvimos sin ojos ni piernas, rumbo a qué

Arlan